Ya ha pasado más de una semana y las cosas no han mejorado, quizás definitivamente llego el minuto de alejarme de tí, habían cosas anexas que jamás pensé necesitaria recordar, mientras tu esencia aún continua clavada en mi habitación persiguiendo recuerdos y momentos vividos ahi, en donde ni la noche apacigua mis deseos de abrazarte y la Luna solo puede acentuar tu cara... Como han sucedido cosas estos dos años, seré capaz de admitir que la frase que más recuerdo es que entraste en mi vida y ahora no te quiero fuera de ella, quizás estoy molesta y necesito distanciamiento, pero hay días que simplemente creo que si te veo me quiebro... y es que marcaste algo y todo se volvía tan fácil a tu lado...
....Tiempo al Tiempo....
Vacío. La sorpresa de pensar que todo estaba dicho, que sin mascaras estábamos aceptando la real forma que tenemos.
ResponderEliminary esa tranquilidad, manoseada por tu falta de respeto. Por tus miradas de reojo y tu indiferencia, tu descaro de la incógnita y la falta de cumplimiento de aquella promesa que algún día nos hicimos.
La de no engañar nuestra nada en presencia de la otra.
Me arrancaste las entrañas, en cada movimiento, en cara caricia, en cada maldito reflejo que como una película, me daba cuadros de luz para espiar tu acción.
Me viste, me vió y volví a ver mi reflejo con mas que ira, con mas que impotencia, pero nunca menos que la asfixia lenta de mi garganta queriendo gritar.
Me siento pasada a llevar, tanto así que quisiera no mirarte más.
No oírte.
Callar.
Jamás pensé que podría sentir algo así hacia tu persona. Esa desilusión, esa temprana sensación de que acabó. Todo. Sin el cumplimiento de tu palabra y como gozando el perfil de mi rostro desfigurado por tu "por qué".
Ya no pienso, me quitaste fuerza hasta para levantar la mirada. Me sentí débil y humillada.
Como si te hubiera hecho lo peor del mundo.
Y para más, lo repites con creces en la misma jornada.
Lo único que te pido desde este puto mar.
Respeta tu palabra.